Por Bárbara Dibene
Fotos: Álvaro Vildoza
Hace 18 años La flaca venía al mundo para que miles le pidan un beso (sólo un beso) y Jarabe de Palo se convertía en revelación. Hace 18 años y contando la banda española escribe canciones sobre cuestiones de todos los días, con letras sencillas, pegadizas y llegaderas.
Desde ese tema boom que fue primero durante el verano del 97 en España, cosecharon fans en distintas partes del mundo y Argentina no fue la excepción. Por fin, luego de casi una década, se presentaron el pasado domingo 15 de abril en La Trastienda (50 entre 5 y 6) de La Plata para darle el gusto a quienes los siguen fielmente desde sus primeros pasos.
Pau Donés (guitarra y voz), Alex Tenas (batería), Carmen Niño (bajo), Jordi Busquets (guitarra eléctrica) y Jimi Jenks (saxo) fueron los protagonistas de una noche espectacular, en la que no faltaron los grandes clásicos ni las joyitas de su último disco “Orquesta reciclando” como Grita, Depende, Duerme conmigo y Bonito. Canción a canción la gente se fue soltando, y si al principio seguían los temas con timidez, pronto comenzaron las palmas y las interpretaciones a los gritos.
¿Cómo resistirse a Jimi y su saxo? Increíble los momentos en que se convertía en total centro de atención, cuando Pau le daba lugar al cubano para comenzar el siguiente tema. Increíble también, hay que decirlo y resaltarlo, la actuación de la bajista, que nunca perdió la sonrisa e invitaba con su buena energía a saltar, aplaudir y cantar bien fuerte. Todo se comulgó para hacer de cada tema un mundo, y al público protagonista de las historias que Pau contaba con su buen humor: las idas y venidas con su novia, las canciones compuestas por esa mujer, los sanvalentines que no existen y las cosas que son bonitas por el sólo hecho de existir.
Cuando se despidieron, por supuesto que todos pidieron (pedimos) otra. Y aunque se hicieron rogar un poco, volvieron con toda la buena onda. “Ustedes quieren escuchar más, nosotros queremos tocar”, así resumía Pau lo que sentía la banda y traía a cuento la tradición de las bandas de rock de ir y volver. No fue un tema más, sino unos cuantos, entre los que no pudo faltar La flaca, 18 años más tarde, cerrando un show único.