Para Patricia Troncoso, asistente de dirección, y para las vecinas y los vecinos que desde el comienzo , allá por el 2007, conformaron en City Bell “La Caterva”, el teatro comunitario significa mantener viva la historia del barrio y dar a conocer sus problemáticas de una manera distinta y creativa.
Por Yésica Sagliocca
Fotos : gentileza de los entrevistados
El teatro comunitario se originó, en nuestro país, en 1983 de la mano del grupo “Catalina Sur de La Boca” . Veinte años después surgieron en La Plata “Los Dardo de Rocha”, y en el 2006 el teatro comunitario desembarcó en City Bell: un pequeño grupo de vecinos y vecinas empezaron a juntarse con la idea de llevar a cabo un trabajo similar al que se hacía en La Boca y en La Plata. Para esto, contactaron a Pablo Negri, ex- miembro de “Los Dardo de Rocha”, quien desde entonces se convirtió en el director del grupo.
Comenzaron a juntarse en casas particulares, confiterías o clubes de barrio , como en el “Club Juvenil” y “el Ombú”o el centro de la tercera edad “Activa”. Finalmente se instalaron en el galpón de La Caterva, donde se encuentran hace dos años, ubicado en las calles 471 y 14 B , a pocas cuadras del centro comercial.
En el teatro comunitario el guión de cada obra se construye entre todos sus integrantes. “Nadie impone lo que el otro tiene que decir. Todo está hecho a través de un juego de improvisaciones de lo que a uno se le ocurre, de lo que cada miembro trae consigo de sus experiencias cotidianas.” A pesar de esta forma de trabajo, al ser 70 personas suelen dividirse en grupos específicos (encargados de la escenografía, vestuario, música, actores) para hacer más fácil la coordinación.
Hasta ahora han estrenado dos obras: “TEMPLO, ESTANCIA, BATALLÓN” que repasa la historia de City Bell y de la Argentina en época de las invasiones inglesas y ” ESCENAS DE LA VIDA COTIDIANA ” que teatraliza, desde una mirada crítica, las problemáticas que los vecinos tienen, como la recolección de residuos, los perros callejeros , la dificultad de algunos jubilados para manejar los cajeros automáticos o el desdibujamiento de aquellas cuestiones que hacían a la identidad del barrio.
Como espacio artístico, La Caterva se convirtió en un referente cultural de City Bell y asumió un rol social muy importante. Pablo Negri lo define como “un trabajo de la comunidad para la comunidad”. Además, rescata que la forma en que los recibió el barrio los hizo notar que los vecinos necesitaban un lugar así.
En 2014, el grupo fue declarado de interés municipal por el Concejo Deliberante y próximamente se tratará el interés provincial en la Legislatura. A su vez, el año pasado se constituyeron como una asociación civil, lo que les permitirá tramitar subsidios en el Instituto Nacional de Teatro. Al no recibir ningún tipo de ayuda económica pública o privada, la autogestión es la manera que encontraron para sostenterse. En cada espectáculo se cobra un bono contribución, ofrecen un servicio de buffet (hamburguesas y gaseosas) y, sobre todo, están abiertos a las colaboraciones de vecinos o de instituciones, como la Universidad de La Plata, de las que han recibido desde mobiliario hasta heladeras y frezeers.
“Este espacio genera horizontalidad. Nosotros hacemos rondas, no hacemos filas. No hay uno ni por delante, ni por encima de otro. Esa es la metáfora que simboliza mucho cuál es el trabajo que hacemos y el que pretendemos seguir haciendo. Concebimos nuestro trabajo más como comunicación que como exhibición”. Así , Pablo Negri resume lo que para él significa el teatro comunitario.
Por su parte, Patricia Troncoso cita una de las canciones presentes en una de sus obras “Cuántas cosas nos dijeron que no podíamos hacer , que no debíamos jugar , cantar…” que solos no iban a hacer nada de eso y sin embargo , todos juntos, lo pudieron lograr.
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