Ellos son URRAKA: un equipo que apuesta a un mundo de la música donde el sonido de los objetos reciclados y la interpretación teatral crean la mejor manera de contar las situaciones cotidianas a modo de historias musicalizadas.
Por: Lucía Errecart
Fotos y vídeos: gentileza del entrevistado
Las luces del escenario se encienden y capturan la atención de un público que ansía el inicio de un espectáculo que por su escenografía y presentación, promete ser único y original; una aspiración que no tarda en llegar cuando se trata de URRAKA.
En el momento en el que los artistas salen a escena y comienza la función, la gente puede apreciar la pasión y el esfuerzo que ellos mismos transmiten, generando así una sensación de plenitud y diversión que todos ansían que jamás se termine.
La creación colectiva es la característica principal de este grupo idóneo, autogestivo e independiente, que nace en el 2008 cuando Hermes Gaido y Luciano Rosso recibieron la propuesta de armar un evento para Dubai: trabajar con elementos de descarte convertidos en instrumentos.
“Armamos dos escenas y como el evento nunca salió, decidimos seguir investigando y crear un espectáculo más largo. En ese momento éramos siete integrantes que empezamos a presentar este material en varietés y fiestas culturales con muy buena aceptación del público y fue así que nos enamoramos del proyecto”, destaca Luciano Rosso, uno de los fundadores de URRAKA.
Todos los integrantes del grupo provienen de diferentes disciplinas como el teatro, la danza, las artes plásticas y la música, lo que necesitó que se empezaran a entremezclar los diversos lenguajes para tratar de amalgamar todas las disciplinas y obtener lo que estaban buscando para ese proyecto. Así, de a poco, fueron fortaleciendo esas expresiones y estableciéndose como grupo.
“Nos dimos cuenta con el tiempo y los ensayos que el trabajo tenía un dejo de cine mudo de época y junto con la música contábamos pequeñas historias a través de pantomimas que improvisábamos o planteábamos situaciones cómicas”.
En URRAKA utilizan todo tipo de elementos de descarte: baldes, cajas de cartón, sartenes, cacerolas, chapitas de gaseosas, cualquier tipo de envase, botellas de vidrio y de plástico, barriles de metal y PVC, tubos de aluminio y de plástico, ruedas de bicicletas, grifos de canillas, ralladores, utensilios de cocina y todo lo que se les cruza por delante.
“Todo tiene un sonido específico y una historia que contar. Nosotros nos encargamos de encontrar ESA historia”.
Toda esa popularidad que han logrado a través de los años los han llevado a presentarse en diversos teatros, festivales y a realizar giras por todo el país, incluyendo también Uruguay y Brasil. Además, durante cuatro años estuvieron junto a Cultura de la Nación en Tecnópolis haciendo mas de 1.000 funciones con más de un millón y medio de espectadores.
La forma en que estos jóvenes hacen música, acompañada con increíbles puestas en escena, experimentando todo su conocimiento para seguir creciendo, es lo que hace que la gente los elija en cada oportunidad y es lo que los inspira a seguir construyendo alternativas en las maneras de comunicar y de contar lo que la gente quiere oír, ver y sentir.