Un grupo de mujeres lleva adelante una campaña fotográfica en donde el cuerpo es el protagonista. La diversidad sexual, la lucha contra el patriarcado, la violencia de género y los estereotipos sociales quedan visibilizados sobre la piel.
Por Yésica Sagliocca
Fotos: Cedidas por la entrevistada
Manifiesta es una cooperativa de comunicación audiovisual integrada por periodistas, documentalistas y diseñadoras que producen contenidos desde una perspectiva de género y diversidad. Para ellas no sólo es un proyecto de comunicación, sino que es su herramienta de transformación social.
Una de las primeras cosas que compartieron sus integrantes fue un partido de fútbol en el Encuentro de Mujeres de Paraná, en 2010. Allí algunas de ellas se conocieron en un juego de equipo reservado a varones, rompiendo reglas. Después cenaron juntas, charlaron y se dieron cuenta de que sería un “hermoso proyecto” aliarse para hacer lo que sabían y como quisieran.
La cooperativa está integrada por Amanda Alma, Cynthia Castoriano, Julia Zárate, Carolina da Fonseca, Laura Carol, Victoria Beytia y Lucía García Itzigsohn. Juntas compartieron tres días en que mujeres del todo el país se reúnen para hablar de sus experiencias: “En ese espíritu transformador que vivimos colectivamente, ocupando una ciudad y circulando libremente, surgió el deseo de extenderlo en esta iniciativa de trabajo”.
Abordan problemáticas de género y de las minorías. Su intención es visibilizarlas, darlas a conocer desde puntos de vista alternativos a los hegemónicos y contribuir a la apertura de nuevos debates, apostando a la creación de un relato innovador sobre la agenda de los Derechos Humanos y las problemáticas de las mujeres.
El cuerpo en primer plano
A través de su página web y de las redes sociales llevan adelante una campaña fotográfica en la que participan hombres y mujeres, compartiendo un mensaje en donde el soporte es su cuerpo. Éstos son los que hablan y el eco se extiende por todo el continente. Esta “acción poética” surgió de la idea de que el cuerpo es un territorio de expresión y de disputa. Para Lucía García Itzigsohn y quienes integran Manifiesta, “el patriarcado impugna los cuerpos que no se adaptan al modelo hegemónico 90-60-90”, es por eso que interesan poner en foco otros cuerpos que exceden el estereotipo. Proponen que esos cuerpos pueden ser también soporte de reflexiones, preguntas e interpelaciones, transformándose en ese acto en cuerpos explícitamente políticos.
A la hora de comunicarse no dejan de lado ningún lenguaje. “Un recurso que nos parece interesante y estamos explorando es el de invertir situaciones cotidianas en clave de género”. Juegan a poner a varones en situaciones de mujeres y viceversa y lo que destacan es “impresionante el efecto de la desnaturalización”. Discuten cada idea y cada proyecto en la intención de no reproducir, tampoco, el lugar de victimización en que se pone a las mujeres en muchos discursos.
Un aliado fundamental para ellas es La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que a su criterio abrió nuevos horizontes, aun con limitaciones, para quienes trabajan en comunicación. Apuntan a profundizar ese camino, apostar a otras lógicas de realización, y a otros deseos de los públicos va a ser la verdadera transformación: “Creemos que hace tiempo que los discursos televisivos atrasan y que hay muchas y muchos que tenemos otras cosas para decir”.
