El escritor Pablo Katchadjian permanece envuelto en una disputa legal con María Kodama, la heredera de los derechos de autor de su marido, Jorge Luis Borges. Se lo acusa de “ostentar” la obra del autor como una creación propia, y le han embargado bienes por 80 mil pesos.
Por Bárbara Dibene
Durante las últimas semanas, las palabras plagio y condena se mezclaron de pronto con otras más amables, como juego y literatura, y nos invitaron a reflexionar. ¿Un escritor podría imaginar que un experimento literario -de los que tanto disfrutaron figuras como Cortázar, Puig y el mismo Borges- terminaría perjudicándolo hasta llevarlo a juicio? Pablo Katchadjian por supuesto que no.
En el 2009 publicó, a través de su pequeña editorial Imprenta Argentina de Poesía (IAP), 200 ejemplares de “El Aleph engordado”. El engordamiento consistió en agregar 5.600 palabras a las 4.000 originales del autor del cuento “El Aleph”. ¿Alguien podría no saber de quién fue la mano que escribió esa obra? Tal vez, pero Pablo no lo oculta y en la posdata del libro aclara: “Con respecto a mi escritura, si bien no intenté ocultarme en el estilo de Borges, tampoco escribí con la idea de hacerme demasiado visible: los mejores momentos, me parece, son esos en los que no se puede saber con certeza qué es de quién”.
La obra resultante es nueva y no tanto, y en esa leve diferencia es donde los lectores deberíamos encontrarnos sorprendidos, o puestos a prueba si queremos tomar el desafío de desenmarañar las palabras de uno y de otro.
Cronologías
Fuente: www.diariodecultura.com.ar
Hace cuatro años, María Kodama -viuda de Borges y curadora de su obra- inició con su abogado una querella penal y acusó al escritor de plagio, entendiendo plagiar como “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias” (RAE). La ley en la que se apoyó fue la 11.723 del Código Civil y Comercial, que en su artículo 72 expresa, entre otras cosas, que será castigado “el que falsifique obras intelectuales, entendiéndose como tal la edición de una obra ya editada, ostentando falsamente el nombre del editor autorizado al efecto”.
Pablo fue sobreseído en primera instancia, pero luego los abogados de Kodama apelaron. La Cámara de Apelaciones confirmó el sobreseimiento, y nuevamente hubo apelación. Finalmente, la Cámara de Casación le dio razón a la querella y el autor fue procesado el 18 de junio de este año, sufriendo un embargo por 80 mil pesos.
Por su parte, cabe mencionar que María Kodama habló con Clarín y aseguró que el error fue que la obra original utilizada, El Aleph, no había cumplido los 70 años que marca la ley para entrar en el dominio público, y que Pablo no la consultó para saber su opinión.
En la misma nota, asegura respecto a la cuestión económica que “En la mediación, él (Pablo) dijo que no podía pagar los honorarios de nuestro abogado; se le ofreció dejar todo en nada si él se retractaba, pedía perdón y pagaba un peso simbólico”.
Solidaridades
El apoyo llegó pronto desde el ambiente literario; hace un tiempo nació la página en Facebook “Apoyo a Pablo Katchadjian”, desde la que se impulsó un acto público en la Biblioteca Nacional el viernes pasado, además de continuar con la recolección de firmas para pedir el desprocesamiento de Pablo.
Escritores y figuras como Cesar Aira, Ricardo Piglia, Martín Kohan, Josefina Licitra y Leopoldo Brizuela, entre otros, también se expresaron a favor del autor . Algunos lo hicieron a través de las redes sociales, convocando a intervenir la obra de Borges en forma lúdica, utilizando sus poemas y plataformas como la web “Yo Borges”. Sólo resta esperar los resultados, que deseamos prontos y coherentes.
Fuente General: Gacetilla de prensa sobre el procesamiento de Pablo Katchadjian
