En solo una viñeta Gonzalo logra retratar una idea, un mensaje, un cúmulo de experiencias propias y ajenas. Feminismo y diversidad sexual son sus temas elegidos, y el premio a su creatividad, más de 40 mil seguidores y un apoyo que crece día a día.
Por Bárbara Dibene
El 23 de enero nació la página de Facebook “Gonza ilustrado” con la idea de convertirse en una especie de diario íntimo con dibujos, un espacio para contar lo que a su autor, Gonzalo, le gustaba. Hoy, a cuatro meses, el proyecto se define como “la personificación de lo diferente, una guía ilustrada de la convivencia entre lo raro y lo normal”.
La idea de aparecer en las redes sociales, y fundamentalmente en Facebook, tuvo que ver con que pronto se recibirá de ilustrador, a sus 21 años, y quería “darse a conocer un poco”. Y aunque al principio tenía dudas respecto a qué publicar, su viñeta #2 “Es de nena” se viralizó y lo entusiasmó para seguir trabajando temas profundos que le importaban, como el feminismo y la diversidad sexual.
“Gonza ilustrado es mi visión del mundo, del machismo, de la homofobia en la sociedad. Me siento cómodo hablando de esto y creo que aporto más que si hubiera tocado temas más superficiales”.
Las viñetas hablan fundamentalmente de los prejuicios, incluso de los que no sabemos que tenemos. Así aparece cuestionada la institución familiar, en un dibujo en el que una señora le dice a una pareja gay con su hijo “ese niño necesita una madre y un padre”; los roles asignados, como el de una mujer que quiere ser chef reconocida mientras que otra le dice que “ya se puede casar”; y la sexualidad, como en una viñeta futurista en la que un anciano cuenta que “en sus tiempos” se dividían a hombres y mujeres “dependiendo de si tenían pene o vagina”.
Y ante estos tópicos, que suelen despertar opiniones muy fuertes, Gonzalo recibe los comentarios negativos con humor: “Me gusta ponerme a discutir y debatir. Es lo bueno de la página, que se arma mucho debate en los comentarios”. También recibe devoluciones que lo ponen muy contento porque se cumple cierto objetivo de invitar a la reflexión: “Una vez hice una viñeta sobre las clases de gimnasia, de la situación en la que se arman equipos y sos el último nene al que eligen. Una madre me comentó que ella no había pensado en eso y que tal vez alguno de sus hijos lo estaba sufriendo, así que iba a hablar con ellos para ver si se sentían mal, y tal vez pedirle a los profesores que busquen otro método para armar los equipos. Esa madre no se lo había planteado hasta que vio el dibujo”.
Hace unas semanas, Gonzalo abrió el juego para que quienes quisieran enviaran sus historias para que él las dibujase. Una de ellas fue la de una chica cuyos padres se iban de vacaciones y no querían que se quedara sola en la casa porque era mujer y necesitaba protección, se quedaban más tranquilos si su hermano o novio estaban con ella. Pero la protagonista replica: “Yo practico taekwondo hace años y he llegado a derribar hombres que pesan el doble que yo de una sola patada. ¿Lo peor? el que se quedó (mi hermano) ensuciaba todo y nadie nunca le pidió que limpie”.
Aunque no se lo había planteado como algo grande, ahora está contento y le pone muchas ganas, publicando tres dibujos por semana e incursionando en nuevos formatos, como el podcast, que inauguró hace apenas unos días y en el que extiende las historias de sus viñetas, que según alguno que otro comentario, saca del clóset a los intolerantes.
