Con funciones los sábados 12, 19 y 26 de noviembre, desde las 23 horas en No Avestruz de Palermo, la obra “Jackeline tiene un límite” pone en escena la historia de una mujer que decide darle fin a una obsesión.
Por Yésica Sagliocca
Jackeline tiene un límite es un unipersonal, que va por su segunda temporada y está protagonizado por la actriz Ariana Caruso, que narra como una mujer decide ponerle fin a una relación sentimental que ha sostenido penosamente por más de veinte años.
Cansada de estar sola forzosamente porque su gran amor, Alfredo, siempre la mantuvo en las sombras y oculta, Jackeline necesita tener una última conversación con él. Ella reconoce estar frente a una situación de la que no encuentra salida, y el límite parece ponerlo la “vida” con la “muerte” de ese hombre tan importante.
Ariana Caruso y Sergio Lobo son los autores y quienes pensaron a este unipersonal como una manera de indagar sobre la vida, la muerte, la identidad, el amor y las relaciones enfermizas. A su vez llaman a reflexionar acerca del rol de la mujer y de aquellas relaciones tortuosas y cíclicas que no permiten avanzar y que están atravesadas por la violencia psicológica.
Gerardo Cardozo, director de “Jackelin tiene un límite”, está convencido de que el teatro puede ser un gran despertador porque en el ensayo de ese ritual podemos despedir a quienes se fueron, soltar a quienes tenemos atados, liberar de nuestra mezquina pretensión de amor, que solo ama si es correspondido del modo en que uno concibe ese amor.
