Dos profesores amantes del baile y convencidos del potencial de sus alumnos, decidieron montar un musical donde el espectador verá cómo el género fue cambiando desde sus inicios hasta la actualidad.
Por Bárbara Dibene
María Jimena Alonso y Daniel Alejandro Méndez son la pareja emprendedora detrás de El Abrazo. La compañía, un ballet de tango integrado por alumnos de nivel principiante e intermedio que surgió en 2014 con el objetivo “de atreverse a soñar”.
“El Abrazo surgió de un motor muy fuerte que hubo ese año, de sueños que pujaban por cumplirse, pero de gente que no era profesional de la danza. Gente que tiene otros trabajos, que estudia en la facultad, que cría a sus hijos, pero que dentro suyo lleva ese sueño de ser artista que, por una cosa o la otra, quedó relegado”, cuenta Jimena.
El año pasado, comenzaron con algunas presentaciones que los dejaron con ganas de seguir trabajando y con un salto importante -de un ballet con un grupo a cuatro- decidieron que era momento de hacer una obra propia y empezar a crear.
Así nació “Escenas, un musical de tango”, una obra que cuenta la historia del tango desde sus inicios hasta la actualidad, pasando por escenas y personajes característicos.
“Contamos un poco cómo era la vida de los inmigrantes que dejaron atrás a sus familias para venir a probar suerte a Buenos Aires y asegurarle un mejor futuro a sus hijos, cómo se vivía en los conventillos, el tango de los burdeles, la época dorada, el momento en que el tango triunfa en París, también la época de su caída o desplazamiento por el rock, hasta llegar a la actualidad, donde el tango, además de ser un baile social, se convierte en un tango de escenario. La música recorre las orquestas que han marcado un hito en el tango, y se ensambla con temas de musicales, rock y otros ritmos”, repasa Jimena, que junto a Daniel se ocupó de la idea, la creación de las coreografías y el armado de la trama.
“Ya llegando a las instancias finales de la producción, contamos con amigo que se dedicó a hacer la edición musical y unos chicos que hacen un trabajo increíble con luces para crear diferentes climas”, agrega.
Además de la danza, Escenas propone un espectáculo con canto e interpretación, ya que aunque la mayoría de las escenas son coreografías grupales, hay momentos de solos para que los alumnos canten y actúen. También hay espacio para el rock y para fusionar el tango con el jazz como danza.
Para Jimena lo más difícil del proyecto fue “salir de la zona de confort” y “hacerles sentir (a los alumnos) que podían hacerlo, que confiábamos en ellos, que creíamos fervientemente que lo iban a hacer muy bien”. Montar una escena teatral, según la profesora, requiere la interpretación de un personaje y transmitir emociones, y aunque ve el potencial en cada bailarín, “ellos aún no lo creen y van a pasar por ese proceso de transmutación el día del estreno”.
La obra podrá verse los martes 29/11 y 6/12 a las 20 y a las 22 horas en el Teatro El Bombín (59 N°886), y la compañía espera que cada espectador además de disfrutar aprenda sobre la historia del tango y se lleven un mensaje “Nunca es tarde para cumplir un sueño”.
