La Cucina de Franco es un emprendimiento productivo que elabora “pizzas desmanicomializadoras”, como define una de sus impulsoras, Vanesa Lucentini. Constituye el medio de reinserción laboral para personas con padecimiento mental, que quedaron excluidas de la comunidad tras años de encierro.
Por Inka von Linden
Fotografías: gentileza de La Cucina de Franco
“Los días de producción son los miércoles y jueves, es agotador. Pero pensar que estás ayudando a alguien a que pueda reinsertarse en la sociedad es la recompensa”, cuenta entusiasmada Stefanía Cirigliano, quien junto a otras tres operadoras, pone cuerpo y alma todas las semanas en la Cucina. “Vos como pasante -agrega su compañera Vanesa- aportás voluntad, compromiso, y sobre todo, la ideología de estar a favor de un tratamiento que no implique la internación o exclusión.”
El proyecto “La Cucina de Franco” surgió el año pasado impulsado por usuarios y operadores del Centro de salud Mental Comunitaria “Franco Basaglia” y la Asociación Civil Integración Comunitaria por la Salud Mental una “Movida de locos”. Su principal fin es elaborar pizzas listas para hornear y venderlas a la comunidad, pero en realidad se trata de un pretexto. “Vos te preguntás: ¿un emprendimiento de cocina? Pero ahí surgen un montón de cosas. Uno te empieza a contar de su vida, por qué estuvo internado, por ejemplo”, relata Cirigliano.
Las jóvenes pasantes cuentan que el proyecto surgió sin una meta específica, y que a medida que fue tomando forma, siempre lo trataron de consensuar con los usuarios integrantes del grupo. Principio que constituye una de las bases de este y todos los emprendimientos que se realizan en la asociación, porque apunta a darle voz a aquellas personas que a causa de un padecimiento mental, han quedado silenciadas.”Lo que se trabaja con personas que han pasado por un período de internación, y que posteriormente sufren la estigmatización, es sobre todo el empoderamiento. Que las decisiones se tomen en conjunto, con ellos y no sobre ellos”, explica Lucentini.
Las entre 30 y 40 pizzas son elaboradas por los diez integrantes de “La Cucina” en las instalaciones de la Asociación Civil “Movida de locos”. Son ricas, caseras y de precio accesible. Además de elaborar los sabores tradicionales, decidieron innovar con algunos especiales como: Panceta y verdeo, Salchipapa, Verduras salteadas y Champiñones con cebolla morada al vino dulce. Se encargan durante la semana por teléfono o facebook. y se las puede retirar los jueves en la Asociación o son repartidas a domicilio los viernes dentro del casco urbano de la ciudad.
El trabajo dignifica
Justamente este constituye el fin máximo de “La Cucina de Franco”: lograr la inserción laboral, que a su vez significa la inclusión en la comunidad. “En la sociedad hay un prejuicio muy importante con la gente con padecimiento mental. Entonces, a los años de internación se le suma la estigmatización social-enfatiza Vanesa -. A la gente con padecimiento mental le resulta muy difícil conseguir un trabajo o si lo consiguen hay mucho abuso. Por eso la importancia de un trabajo autogestionado.”
La ganancia se divide entre todos los integrantes del grupo por hora trabajada.”Estamos capacitando al sujeto en lo que es un trabajo, en el hecho de no sentirse discriminado, ya que todos cobramos por igual, por jornada trabajada”, agrega su compañera Stefania.
La“Cucina de Franco” es además un espacio donde los usuarios crean lazos que los ayudan a lograr una verdadera inserción en la comunidad:” Nos divertimos con cosas que surgen en el momento al cocinar. Una anécdota por ejemplo – cuenta Stefania entre risas- las veces que cortamos la cebolla para hacer la salsa. Se nos empiezan a caer las lágrimas y terminamos riéndonos todos. ¿Guerra de harina? No hacemos, porque después hay que limpiar y eso no nos gusta mucho.”
Pedidos por msj privado hasta el jueves al mediodía inclusive o al teléfono 0221-153177602 °°Podes retirarlas por diag. 78 N1040 entre 11 y 12: jueves de 16-19 hs viernes de 13:30- 15 hs O te la llevamos a tu casa el viernes a la tardecita!!!