Jóvenes en Chañarmuyo, entre la cata y el valle

Paiman

A 1720 metros sobre el nivel del mar, en el valle de Chañarmuyo, la Bodega Paiman asombra desde hace casi diez años por la calidad exquisita de sus vinos y su reconocimiento a nivel internacional. Este año será la sede del famoso concurso “Vino sub 30”, único en el mundo por integrar a los jóvenes al proceso de cata.

Por Bárbara Dibene

Fotografías: gentileza de Bodega Paiman

 

Cuando Jorge Chamas visitó por primera vez la localidad de Chañarmuyo, ubicada a 275 Km de la ciudad de La Rioja en el Departamento de Famatina, todos le dijeron que allí no iba a crecer nada. El clima era muy frío y la tierra desierta y rocosa como para permitir que la vid se desarrollara. Además, el pueblo contaba con menos de doscientos habitantes y era uno de los 600 que estaban por extinguirse. Pero la inversión ya estaba hecha.

“Yo fui un consumidor joven, siempre me gustó el vino, hice la apuesta a tener este emprendimiento por una sugerencia y poco a poco se volvió una especie de enfermedad. Es una adicción al trabajo. Cuando se planta una vid se sabe que va a ser por mucho tiempo y que nunca un vino va a ser igual a otro. Yo vengo del mundo de la economía y para mí esta imprevisibilidad de la actividad es lo más fascinante”, asegura Jorge recordando los inicios del proyecto.

ViñedoLa Bodega Paiman dio su primera vendimia en 2005, logrando con éxito la gestión de la vinicultura en altura, que implica hacerle frente a la amplitud térmica, la escasez de lluvia y las radiaciones intensas. Sin embargo, fueron estas mismas condiciones bien aprovechadas las que dieron por resultado un vino de alta gama que hoy se exporta y es reconocido internacionalmente por su calidad.

“Además del trabajo con los viñedos, contamos con una casa de huéspedes con capacidad para veinticinco personas a las que se les ofrece servicios de restaurant, bar, pileta, y pesca y navegación en el dique de Chañarmuyo”. Jorge destaca que todas estas actividades le dan trabajo a las tres cuartas partes del pueblo, que ahora cuenta con alrededor de 300 habitantes. “La gente de los pueblos es muy sabia, conviven con la naturaleza. Bastó con que les demos un poco de instrucción para tener muy buenos resultados”.

Una de estas personas a las que Jorge agradece especialmente es a Armando Olivetti, el contratista que tomó el desafío de preparar la tierra cuando nadie más creía que fuera posible. Actualmente él vive en Chañarmuyo y se convirtió en el alma del emprendimiento.

En septiembre, la Bodega será la sede de la 11° edición del famoso concurso “Vino sub 30”, que anualmente convoca a jóvenes de todo el país a reunirse para catar vinos y elegir a los mejores. El objetivo es fomentar el consumo responsable y darle reconocimiento al paladar de los menores de 30 años, quienes progresivamente se van convirtiendo en un público valioso y conocedor, que invierte en buenos vinos y desea conocer más sobre ellos.

Desde la organización, se destaca que el concurso va cambiando de sede para darle la oportunidad a todos de participar, “a fin de tener una perspectiva federal con respecto a las evaluaciones, el concurso es itinerante y convoca jóvenes de todas las regiones del país. Desde el 2004, VinoSub30 decidió afirmar su carácter federal presentándose en las regiones productoras y en los más importantes centros de consumo del país”.

¿Tenés ganas de participar? todavía hay tiempo de participar!!! ingresá en http://vinosub30.com/ y anotate.

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