Carlos Aguirre, pianista y compositor argentino, se presentó el domingo pasado en la Sala “Astor Piazzolla” del Teatro Argentino con un repertorio que incluyó canciones propias y de autores del litoral.
Por Bárbara Dibene
Tras varios años sin visitar la ciudad de las diagonales, “El negro” Aguirre conquistó al público platense con su piano y buena energía. Comenzó con El río de los pájaros de Aníbal Sampayo, compositor uruguayo que junto a Chacho Muller y Alfredo Zitarrosa forman “la trilogía del litoral” que define como pilares de la música de esa región.
El show fue un viaje durante el que el entrerriano ofició de guía y maravilló con anécdotas sobre canciones y autores, como la de los cementerios en medio del campo que no causaban miedo sino curiosidad y que Cacho Muller reflejó con Juancito en la siesta.
En el recorrido no estuvo sólo, su primer invitado fue Juan Pablo Di Leone, considerado uno de los mejores flautistas de la música popular, con quien interpretó Milonga gris y Rezos.
“La hermosa posibilidad de la música es poder compartirla con amigos”, así manifestó el artista su satisfacción de tenerlo en el escenario. Luego presentó a Mariano Cantero, percusionista de “Aca seca”, para formar un trío que hizo maravillas.
Al despedirlos el piano fue reemplazado por una guitarra, Naufrago en la orilla de Walter Heinze sonó entonces con toda la voz latinoamericana presente. Un placer. Luego invitó al escenario a Cecilia Tood, cantante venezolana, que estaba en el público y se acercó para cantar Caramba acompañada por el piano. Un momento conmovedor y que se llevó varios aplausos.
Hacia el final el artista agredeció a su producción, músicos, invitados y presentes, tanto que tuvo tres temas despedida. En los últimos dos hizo participar al público que con gusto se sumó.