Aixa Franke compite en la categoría semiprofesional GT2000 desde 2019, está al frente de un club para promover y mostrar la participación de las mujeres en el mundo automotor, tiene su propio emprendimiento y sueña con seguir creciendo: “No hay techo”.
Por Bárbara Dibene
Las reflexiones hacia dentro del sector automovilístico y a nivel general, la difusión de eventos y el hecho de que haya mayor presencia de mujeres corriendo en las pistas otorgan hoy a las niñas y adolescentes la posibilidad de pensar que pueden ser parte de ese mundo si así lo desean. Para Aixa Franke, una barilochense de 28 años, este horizonte no estuvo tan claro en sus inicios y tuvo que ir haciéndose lugar. Por eso actualmente, entre sus muchas actividades relacionadas con el deporte y su profesión, busca que el camino allanado crezca y promover que las jóvenes se acerquen con más herramientas al mundo de los autos y las carreras.
“Cuando era chica me encantaban los autos, pero no lo contaba demasiado porque me daba vergüenza y a mis amigas no les interesaba. A los 9 años ya quería empezar a manejar, pero a mi mamá le daba miedo y me enseñó recién cuando cumplí 11. A los 15 me regaló el primer auto, que fue un Citroën 3CV modelo 1976. Yo misma lo restauré en el garage de mi casa con las herramientas de mi viejo, que falleció cuando yo tenía 7. Me llevó dos años”, recuerda Aixa en diálogo con Transeúntes.NET. Hoy además de ser piloto se encuentra al frente de Racing Girls Argentina, un club que desde 2017 comparte historias de mujeres dedicadas al automovilismo y buscar dar cuenta de su potencial y diversidad.
Aixa es diseñadora industrial y junto con un socio desarrolló hace tres años una marca de carteras, pero según asegura, su sueño “siempre fue ser piloto de autos”, solo que serlo demoró para ella en entrar en el terreno de lo posible. “Para mí era como ser astronauta o algo así, era una cuestión súper compleja que no sabía cómo encarar”, detalla y explica cuándo fue el quiebre: “A los 24 años me recibí y empecé a correr picadas en el autódromo de mi ciudad. Fui un día y me mandé. Enseguida me di cuenta que no había mujeres ni apoyo, pero me empecé a meter cada vez más. Después mucha gente me ayudó y acompañó, y fui consiguiendo sponsors para bancar las carreras”.
Fue así que desde 2019, la joven se desempeña en la categoría GT2000 y “este año está por definirse dónde voy a correr. Ojalá que pueda estar arriba del auto”. La frase la define por completo, ya que lo que más ama, según dice, es subirse al auto. “Entre una carrera y la otra todo lo que hay en el medio para mí es esperar ”.
Aixa reconoce a su pareja, su familia y amigos como su gran apoyo en la vida. Y en taller, destaca a las mecánicas que la acompañan junto al Tano Saena, dueño del equipo. “Desde el lado del ‘marketing’ decidimos usar el color rosa, que aunque no está bueno que se lo asocie a un género esto sigue siendo así, para llamar la atención de las mujeres. Muchas nenas se me acercan y creo que eso vale muchísimo. Porque puedo llegar a ser el ejemplo para una nena que podría querer dedicarse al automovilismo. Es una linda huella”.
Con todo este camino recorrido y muchos sueños aún por cumplir, la piloto desea seguir creciendo y avanzando en categorías. “Hasta dónde no sé, no hay techo. Uno no sabe lo que le depara el destino. Recién tengo 28 años y espero poder llegar lo más alto que pueda”.
Un sector en crecimiento
El mismo deseo de destacarse comparten cientos de mujeres que hoy por hoy son parte del mundo de las carreras. Rodrigo Bouvet, fundador y dueño del sitio web especializado Mujeres Fierreras, realizó un relevamiento a nivel nacional y detalla que actualmente hay 675 mujeres pilotos en el país: 364 de autos, 224 de motos y 87 de cuatriciclos. Además, hay 178 navegantes de rally.
Mujeres Fierreras nació en 2015 como un proyecto universitario y desde 2018 se convirtió en un medio periodístico de referencia por dedicarse exclusivamente a la difusión de la actividad de las mujeres pilotos del país y del mundo. “Desde que trabajo en el tema conocí muchas experiencias de las pilotos, donde les fue más fácil o más difícil ingresar a este sector. Veo también que ahora hay más chicas corriendo en Argentina y que ha habido muchas campeonas”, cuenta Rodrigo y cierra: “El progreso cultural, la deconstrucción y la difusión, además de ir y ver mujeres corriendo, todo contagia y ayuda a la participación femenina”.
